Desde que la tecnología WiFi entró en nuestras casas podemos conectarnos prácticamente desde cualquier rincón con nuestro portátil, tablet o smartphone. Sin embargo, en viviendas grandes o de varios pisos, es posible que la señal no llegue con la intensidad que nos gustaría.
Una de las soluciones es instalar un repetidor WiFi, también llamado amplificador o extensor de señal WiFi. Como podrás imaginar, este dispositivo, que se conecta a un enchufe, se encarga de tomar una señal WiFi debilitada y repetirla a una potencia más fuerte. No obstante, un repetidor que captura una señal que llega degradada amplificará una señal también degradada, por lo que a veces ésta no es la solución más adecuada a nuestro problema.
Una alternativa es utilizar la tecnología PLC, siglas de Power Link Communications, o comunicaciones mediante línea eléctrica, que permite transmitir la información digital a gran velocidad a través de los cables de corriente. ¿Pero cómo hacemos pasar la información a través de estos cables? ¿Y cómo podemos capturarla? ¡Muy sencillo!
Necesitaremos dos dispositivos que normalmente se venden emparejados, aunque podremos encontrarlos independientes o incluso de tres en tres para ofrecer así el adaptador y dos puntos de conexión a la corriente. Estos dispositivos, en ocasiones, incorporan un enchufe para evitar que se pierdan tomas de corriente en nuestro domicilio, de modo que podemos conectar otros aparatos eléctricos en ellos.
El primero dispone de un puerto Ethernet, al que conectaremos un cable de red desde nuestro router. Al conectarlo a un enchufe se habilita la conexión a Internet a través de toda la red eléctrica de la vivienda. Para ello, el adaptador codifica la señal de Internet sin interrumpir el suministro de energía.
El segundo es el encargado de proveer la señal en otros puntos de la casa. Puede disponer de puertos Ethernet para conectar uno o más cables de red, y además proporcionar señal WiFi que permitiría conectar dispositivos inalámbricos. Podemos utilizar tantos dispositivos de este tipo como necesitemos con el fin de alcanzar todos los rincones de la casa. Incluso podríamos crear una nueva red inalámbrica si conectamos un router WiFi a la red PLC.
Tras distribuir todos los dispositivos por nuestra vivienda debemos sincronizarlos o emparejarlos, para lo que los fabricantes suelen incorporar un pequeño botón que ofrece esa función. Una vez montada nuestra red PLC no debemos olvidar acceder a su programa de administración para configurar su seguridad. Si utilizamos adaptadores WiFi debemos recordar que cualquiera podría conectarse a nuestra señal, por lo que el establecimiento de contraseñas y otros parámetros de seguridad es esencial.
¿Y tú, eres de repetidor WiFi o de red PLC?
Artículo publicado en la Revista Digital de Educación, sección TIC cerca de ti (noviembre 2016). ISBN 2254-2418